La asociación surge por el interés de generar alternativas productivas a la juventud con riesgo de caer en la drogadicción o delincuencia, creando un grupo y alcanzando nuevos mercados para contribuir a la economía local.
En la actualidad hay 140 talleres de zapatos, en su mayoría la producción es realizada por jóvenes distribuyendo a empresas privadas y públicas, con el objetivo principal de reactivar la economía en la población y de esta manera minimizar la migración hacia los Estados Unidos